12+1 “Me gusta” en mi pasada colaboración con el 911 como
protagonista me llevan a pensar que hoy domingo no habrá muchos seguidores de
esta reflexión que madruguen para leer mi predicción antes de la primera
carrera de la temporada 2013 que, cosas de los hemisferios y paralelos, arranca
a las siete de la madrugada. Vamos, que tampoco tengo necesidad de hacer una
predicción que la mayoría van a leer cuando hace rato que haya acabado incluso
la rueda de prensa con el podio de Melbourne. Aquello de columpiarse es
necesario pero con balcones a la calle, totalmente voluntario.
Cuando el domingo esté empezando ya a desfallecer será
posiblemente cuando los curiosos reparen en estas líneas, si lo hacen, y
mayoritariamente con un periódico de papel en las manos. Serán también los que
mejor entiendan mi recuerdo hacia los pilotos, españoles también, que nunca
subieron, ni soñaron con hacerlo, a un podio de la fórmula 1 pero que abrieron
el camino y enseñaron mucho a todos los que están o sueñan con llegar a la
categoría reina.
No me apunto a la corriente de moda de “cualquier tiempo
pasado fue mejor” sino a esa otra más obvia de “cualquier tiempo pasado fue
anterior”.
No hace falta haber visto a Senna competir en karts para
disfrutar, opinar y ser tan fan de la
F1 como cualquier otro que con aires eruditos alardea de sus
conocimientos de la época que esta competición apenas tenía seguidores en
nuestro país. Esto era simplemente porque la estrategia de venta del producto
era mala, posiblemente por la ausencia de recursos, la poca fe de los
propietarios de sus derechos de imagen en nuestro país y sin duda, la
inexistente competencia entre las televisiones.
No creo que se necesario ser contemporáneo de Mozart para
disfrutar de sus obras, así que el mérito de haber visto correr a Villeneuve en
directo es simplemente… ninguno, si acaso tener el colesterol más alto y quizá
que no te enganche de lleno la reforma de las pensiones.
El éxito del futbol está precisamente basado en que no hay
grandes gurús de la especialidad y que si los hay, son discutidos, rebatidos y
corregidos por chavales de ocho años en los miles de patios de colegio cada
lunes. Nada comparado con un español en la barra del bar con unas cañas y un
grupo de amigos. Ya puede ir Sir Alex Ferguson a convencerles que abandonará el
local oyendo de fondo a uno de los nuestros con rotundidad: “Este, ni puta
idea”
Cuando disfrutemos del mismo ambiente en la Fórmula 1, tendremos
garantía de que la afición no desaparecerá con la retirada de Alonso.
Y aunque he empezado diciendo que el conocimiento de la
competición cuando ésta era seguida por una minoría no te otorga más
credibilidad, creo que sí obliga a ser agradecido. Recordar o dar a conocer el
papel de alguno de nuestros pilotos que hoy son comentaristas, responsables de
comunicación, editores de publicaciones, gestores de empresas vinculadas al
motor,… es de justicia. Con este espíritu quiero recordar a Luis Pérez Sala que
celebra el veinticinco aniversario de su debut en la F1. No fue el primero, antes
estuvieron Francisco Godía, Juan Jover, Portago, Emilio de Villota, …. Pero
aprovechando la cifra redonda de los veinticinco años y el mal trago de la
desaparición de HRT, quería hacerle este pequeño homenaje.
Luis Pérez Sala alcanzó la gloria en 1988, año en el que ficha
por Minardi, la misma escudería en la que debutó Alonso en el GP de Australia
en 2001, esa que ha servido de cantera a grandes pilotos y que por ello se ha
ganado un lugar en cualquier enciclopedia de la Fórmula 1, con más de
trescientos cuarenta grandes premios disputados. Alonso se subió por primera
vez al Minardi en diciembre de 1999 en el Circuito de Jerez, el mismo año en el
que otro españolito, Marc Gené era piloto oficial de la escudería y había
obtenido el único punto para el equipo. En 1988, también en el mismo escenario
y con la misma escudería, lo había hecho Luis, quien corrió las temporadas 88 y
89 participando en veintisiete grandes premios y firmando un sexto puesto en el
GP de Inglaterra como su mejor clasificación, coincidiendo su primera temporada
en Minardi con otro de los hombres importantes en el devenir actual de los
acontecimientos, Adrián Campos, manager de Alonso cuando éste probó con
Minardi. Humm, parece que el círculo se cierra.
Ese año la escudería se denominaba Lois Minardi y la marca
de vaqueros tenía una presencia destacada en los monoplazas y monos de los
pilotos. Lois, marca de ropa vaquera valenciana que cumplió su cincuenta
aniversario el pasado 2012. Algún día se reconocerá lo que ha significado esa
comunidad, la valenciana, para el mundo del motor.
Bueno, que me voy por la escapatoria al más puro estilo
Kimi. Luis siguió compitiendo y acumulando podios en la especialidad de
turismos hasta 2008 y desde hace tiempo, vinculado a la industrial del mundo
del motor y sus aplicaciones no solo como ocio sino como modelo de formación,
junto con otros profesionales de este deporte.
La experiencia HRT ha sido su penúltima aportación que quizá
hubiera tenido otro final de haber contado con profesionales desde el primer
momento y no solo al final como tabla de salvación que no pudo ser.
Aquí, en Extremadura la próxima semana el último acto de la Temporada 2012, la Gala de Campeones que entrega
los premios a los campeones de las distintas categorías del pasado campeonato.
Será en Mérida el próximo viernes 22. Mi más sincera enhorabuena a todos los
participantes en un año tan complicado y por supuesto a todos los galardonados.Enlace al artículo en www.elperiodicoextremadura.com
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