domingo, 20 de noviembre de 2011

Invictus



En 1.990 tras un calvario de 27 años de cárcel y trabajos forzados, Nelson Mandela obtubo la libertad.
En un país dominado hasta el momento por el apartheid, se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica en 1.994.
Lejos de comenzar una política de venganza, Mandela mantuvo al anterior presidente De Klerk como vicepresidente y buscó elementos que pudieran unir a sus ciudadanos. Lo encontró en el deporte, concretamente en el equipo de rugby nacional, los springboks. La misión no era fácil. Hasta la camiseta que lucían era odiada por una gran parte de la población para la que representaba la opresión a la que había estado sometida.
La celebración en 1.995 del Campeonato del Mundo de Rugby en Sudáfrica era la ocasión.
El presidente Mandela y el equipo se "confabularon" en esta épica y trabajaron para que la selección fuera un elemento integrador.

Los sudafricanos alcanzaron la final contra la temible selección de Nueva Zelanda, los All Blacks, a la que derrotaron por 15 a 12, obteniendo por primera vez el campeonato del mundo.

Curiosamente también en Sudáfrica, quince años después, nuestra selección española de futbol, alcanzó también por primera vez el título de campeones del mundo.

La película está basada en el libro del periodista británico, de madre española, John Carlin, "Playing the enemy: Nelson Mandela and the game that changed a nation" (2008) publicado en español como "El factor humano" (cuidado con la traducción, de nota)

Ficha:
- Año 2009
- Dirigida por Clint Eastwood
- Potagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon
- El jugador sudafricano Joel Theodore Stansky, autor del "drop" que significó la victoria para la selección de Sudáfrica, está interpretado por el hijo de Clint Eastwood, Scott Eastwood

domingo, 13 de noviembre de 2011

La Noria, un servicio social


Hace tiempo leí una reflexión que me gustó tanto que reconozco, he hecho casi mía. Y como adoptar no es copiar, me atrevo a reproducir en su esencia:
"Una discusión finaliza cuando una de las partes lleva la opinión contraria a compararla por analogía con el nazismo y/o con su líder. En ese momento se acaba la discusión por inanición y pierde el combate dialéctico el autor de dicha comparación"

Está en plena vorágine las críticas vertidas contra el programa de Telecinco "La Noria", por invitar, previo pago, a la madre de un condenado por encubridor de asesinato.
Su presentador, adalid de la democracia y libertad de expresión, no se caracteriza por ser un buen encajador de las críticas. Ya en febrero de este mismo año, le dedicó via twitter una lindeza a una usuaria que criticaba su enfrentamiento con el canal Intereconomía.

En esta ocasión ha optado por todo tipo de sólidos argumentos: que ya lo habían hecho otros, que había que profundizar en la noticia, la libertad de expresión, confabulaciones del resto de cadenas para derrotar al líder, ...
Hubo momentos en los que casi dudé y pensé que quizá estaba haciendo una torticera lectura de la realidad, pero entonces surgió la versión local del argumento del nazismo.
Ahí estaba el presentador, apelando al franquismo para hacer una analogía con las críticas que habían recibido. Y entonces me di cuenta de que no estaba errado (sin "h"), que los defensores a ultranza de la disección en directo de la vida, escrutadores de instituciones, personas, empresas e incluso intenciones, no aguantan muy bien el uso de esta libertad por parte de los demás, ni siquiera de sus clientes.

Todo empezó  por la crítica del periodista Pablo Herreros en su blog, continuó por el apoyo de un gran número de espectadores que utilizando el sistema que han alabado incluso como método para prender la mecha y derrotar gobiernos (protesta pacífica y organizada a través de los social media) y terminó en el miedo por parte de los anunciantes a que se les identificase con el contenido del programa.

Esta semana, La Noria ha adoptado una posición más inteligente, ni una palabra de la polémica. Hoy los medios publican que en apenas las dos emisiones desde la desafortunada entrevista, el programa ha perdido dos tercios de los anunciantes, en todos los aspectos, en número y en ocupación publicitaria. Seguramente las cifras de inversión perdidas serán incluso superiores. También en la tele funciona la ley de la oferta y la demanda.

Mucho me temo que no será el error, sino la soberbia quien se lleve por delante el programa.

Su activismo en favor de la libertad, su labor social, su defensa de la democracia, tendrán un peso relativo cuando la máquina de Telecinco haga cuentas de lo costoso que es mantener un programa tan imprescindible desde el punto de vista social que ha escupido en la cara a sus clientes. Y quizá entonces, mareas humanas salgan a la calle ante la pérdida de su referente moral para pedir que se repongan todos los programas, que se proyecten en los colegios, que se declaren sus contenidos patrimonio de la humanidad, que vuelva a la parrilla... o no.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Un Trucho

Hoy, revisando una batería de anuncios americanos y europeos (reconozco que es una terapia extraña pero que a mí me relaja como una buena película), he recordado esta expresión.
Sigo manteniendo mi convicción de que las cosas no han cambiado tanto en esencia. Ahora, cualquier espítitu creativo dispone de un montón de herramientas técnicas y unos canales de comunicación gratuitos para dar rienda suelta a su imaginación.
No hace tantos años, las necesidades de notoriedad eran las mismas, pero los procesos algo más elaborados. Así, cuando una agencia de publicidad quería poner en valor su talento creativo, tenía pocas opciones. O esperaba a ese cliente, ese mirlo blanco que confiase en la creatividad como vehículo para su expansión o acudía a una de las dos alternativas más rápidas.

La primera consistía en esperar el ofrecimiento de una ONG que confiase en su potencial y que de manera gratuita, nos permitiese romper con la monotonía y ser absolutamente transgresor. Era una fórmula atractiva. Permitía ser creativo a la agencia, pudiendo usar incluso sensibilidades que otros anunciantes tienen vetados y permitía al anunciante aprovecharse de esos recursos para disparar directamente al corazón de los espectadores y promover su aceptación y notoriedad como institución.
El sector era tan amplio, que incluso algunos festivales disponían (y disponen) de una apartado especial para las campañas de estos anunciantes.

 La segunda fórmula era un poco más pilla y es la que englobaba a la mayoría de los truchos. Consistía por un lado en plasmar una idea original y creativa y "endosársela" a un producto, cuya empresa no había solicitado la campaña. Así, sin más, sin analizar la estrategia, objetivos, ... del cliente, se intentaba entrar por la puerta de servicio.
Y la más hortodoxa, que pretendía simplemente cumplir los requerimientos de algunas organizaciones para presentar la campaña a unos premios que al menos, garantizarían una audiencia notable en el sector y si todo salía bien, prestigio para la agencia, que era de lo que se trataba.
Para poder presentar la campaña a concurso se exigía haber sido publicada, emitida, radiada, ... en medios de comunicación.
Técnicamente se solventaba publicando en un formato casi inapreciable en prensa local y barata, emitir el anuncio a altas horas de la madrugada en una televisión autonómica, ...

Así obtuvo reconocimiento una de las agencias más creativas a principios de los noventa, cuando Luis Casadevall y Salvador Pedreño abandonan Saatchi & Saatchi y crean Casadevall Pedreño & SPR.

En 1.992 lanzan su trucho, de madrugada, para la empresa Talents y concretamente para el adhesivo "Rubber Cement"


Es un gran año para la agencia. En agosto de 1.992 obtiene el Gran Premio en el Festival Internacional de Cine Publicitario de Cannes por este spot.
Ese mismo año, una Galerías Preciados muy tocada empresarialmente, catapultaba también en el raking a la agencia con los spots titulados "Gusano de seda", "Escuela" y "Día de San Valentín". Fagor y la Cruz Roja de Cataluña hacían subir de nuevo a los responsables de Casadevall y Pedreño a recoger nuevos premios en Cannes.

ZTE Skate para Movistar


Desde hace casi y mes y por gentileza de Movistar, trasteo con este terminal, compatibilizándolo con mi habitual iphone del que me declaro fan, pero que he de reconocer, ya no es un oasis en el desierto.

La irrupción de ZTE y Huawei en el mercado de móviles destinado al sector medio está revolucionando  el mercado de terminales. Si ZTE ha sido de las últimas en llegar, es también uno de los fabricantes que más satisfacciones está ofreciendo a los usuarios por su destacada relación de calidad – precio. En esta ocasión, Movistar incorpora a su catálogo el ZTE Skate, terminal que destaca por las 4,3 pulgadas de tamaño de pantalla, con una resolución de 800x400 pixeles, movido por un sistema Android 2.3.3 y procesador de 800 Mhz con 512 Mb de Ram
Se trata de un dispositivo de gama media que incorpora dos cámaras, la trasera de 5 Mpx con flash y la frontal de tipo VGA,  Wifi, Bluetooth, 3G, GPS, radio FM, conector para auriculares y ranura para expansión mediante tarjetas micro SD, necesarias para ampliar los escasos 150 Mb de memoria de usuario, hasta los 32 GB
Destaca positivamente el peso de sus escasos 148 gr. para un terminal con esa pantalla, que se convierte sin duda, gracias también a su sensor de rotación, en un perfecto escaparate para los archivos fotográficos y multimedia. Aquí también luce "sus encantos" a la hora del uso de las redes sociales. Su entrada micro USB 2.0 le permite no solo la sincronización con nuestros ordenadores personales sino incluso la carga de su batería.
La posibilidad de acceder a un terminal de estas características a coste cero, contratando una tarifa de Movistar, le hace no sólo atractivo tecnológicamente, sino accesible económicamente para la mayoría de usuarios así como consumidores racionales.

martes, 1 de noviembre de 2011

Innovar en la web

¿Cómo se puede innovar en un producto tan tradicional y encorsetado como un bombón helado o como lo llaman los niños, mucho más simplistas, un polo de chocolate?
Pues sí, en comunicación, que es como la pócima de la eterna juventud.
Magnum lanza una acción web basada en lo que siempre hemos llamado co-branding, que no es más que integrar nuestra marca en un entorno más real, esto es, compartiendo su existencia con otras marcas en un mundo más parecido a la vida normal. Curiosamente, salir del mundo de la burbuja en la que habitualmente nos introducen las marcas y que es del todo irreal, es lo que produce sorpresa... y recuerdo de marca.
Pues una cucharadita de co-branding, una pizca de entretenimiento y un toque web hacen de esta acción una propuesta original.
A través de páginas creadas ad hoc de Samsung, You Tube, Dove, Spotifys y Saab, entre otras, nuestra protagonista tiene como objetivo acumular el máximo número de bombones.




El juego es sencillo y la búsqueda de las posibles interacciones de la protagonista garantiza la repetición. Disfrutar de una sauna...



Montar en ala delta...




O incluso en un Saab descapotable, son solo algunas de las aventuras en la búsqueda de bombones

Y el detalle de la puntuación, que no es sino el toque convencional para que l@s más competitivos caigan en la tentación de repetir para mejorar sus números

Merece la pena darse una vuelta para comprobar que siempre se puede dar una vuelta más de tuerca.
Ah! Claro, el enlace: Placer Magnum