sábado, 22 de octubre de 2016

"!Muera la muerte! España 1936-1939. Memorias de guerra de un piloto de caza, luchador por la República"


Juan Ramoneda (1.916-2.005) piloto de la aviación republicana, formado en la URSS, se refugió en Francia en los últimos compases de la guerra. Sufrió el internamiento en campos de concentración franceses y colaboró con la resistencia.

El libro recoge un contundente grito contra la guerra, además de su claro posicionamiento contra el levantamiento, con la experiencia de quien lo ha vivido, ha participado en numerosos combates y ha abatido y visto abatir a compañeros, conocedor de la dureza de la muerte de éstos, habitualmente abrasados en sus cabinas antes de impactar contra el suelo.

Con poco más de 20 años, Ramoneda, como tantos, se batía en el cielo en combates definidos por él mismo como bestialidad.

Ramoneda junto con José Ramón Fernández y Jose María Aparici abandonan el último aeródromo republicano en Cataluña el 5 de febrero de 1939 con destino Francia.

A lo largo del libro, Ramoneda desgrana la historia de los "Mosca" durante el conflicto, despoja del glamour que habitualmente adorna los combates aéreos y describe crudamente la dureza de las heridas que algunos de los pilotos sufre, habitualmente por el fuego, durante éstos, llegando incluso a afirmar tras su visita a un compañero herido: "Me dije a mí mismo que nunca volvería a visitar a un compañero en un hospital con la cara quemada. De lo contrario no sé si hubiera tenido los cojones suficientes para volver a coger un avión e ir al frente".

El libro recoge la información disponible relativa al destino de los pilotos y personal de tierra asignados al "Mosca" en los distintos campos.

"!Muera la muerte" España 1936-1939. Memorias de guerra de un piloto de caza, luchador por la República"
Juan Ramoneda Vilardaga
Ediciones Lectio
254 páginas
ISBN 9788496754478


domingo, 16 de octubre de 2016

"Arlington National Cemetery" a Photographie Tour

Portada Libro


En mayo de 1.861, el ejército de la Unión ocupó los terrenos que pertenecían a Mary Anna Randolph Curtis, casada con Robert E. Lee, quienes después de vivir más de 30 años en Arlington, debieron trasladarse por el inicio de la guerra.
En 1.865 una disputa sobre el pago de los impuestos de la propiedad conllevó la venta de ésta al gobierno de la los Estados Unidos en subasta pública.

En 1.864 el ejército de la Unión comenzó a enterrar a sus muertos en estas tierras de Arlington (el primero, William Henry Christman, del 67 de Infantería de Pensilvania, el 13 de mayo) y ese mismo año se convirtió oficialmente en cementerio militar.

El hijo del General Lee continuó la reclamación de la propiedad después de la guerra civil americana. La Corte Suprema sentenció a su favor en 1.882
Como para entonces eran ya 1.600 las tumbas que ocupaban estas tierras, finalmente fue compensado con 150.000$ y la propiedad se mantuvo en manos federales.

Además de esta introducción, el libro recoge fotografías de los monumentos y tumbas más representativos ubicados aquí.

Uno de los monumentos más destacables (e impresionantes) es el dedicado al soldado desconocido.
La tumba contiene los restos de un soldado de cada una de las dos guerras mundiales y de la de Corea.
La tumba también contenía los restos de un soldado caído en la guerra de Vietnam pero fueron retirados por petición de su familia, tras ser identificado en 1.998
El monumento es custodiado 24 horas al día, 365 días al año. El cambio de guardia se produce cada hora, de octubre a marzo, y cada media hora de abril a septiembre.
Durante la guardia, el centinela desfila 21 pasos, permanece 21 segundos ante la tumba y repite el proceso durante toda la duración de ésta.
Son también 21 las salvas de homenaje del máximo honor militar.

John F. Kennedy, Jacqueline Bouvier Kennedy, Robert F. Kennedy, Pierre Charles LÉnfant (el arquitecto francés que diseñó y planificó Washington DC), Dick Scobee y Michael Smith (dos de los astronautas fallecidos en el accidente del transbordador espacial en 1.989), Anita Newcomb (primera mujer cirujano militar, fundadora del cuerpo de enfermeras), el General Doolittle, Joe Luis, Glenn Miller,... son algunos de los personajes que reposan en Arlington que también cuenta con distintos monumentos de homenaje a las víctimas de los ataques terroristas del 11-S, los marines fallecidos en el atentado Beirut, del vuelo 103 de Pan Am,...

Actualmente el cemeterio acoge una media de 27 funerales diarios y los terrenos disponibles garantizan su "actividad" hasta 2.060

"Arlington National Cemetery"
a Photographie Tour
Fotografías de Tara Brundick y Patricia Brundick
64 páginas
ISBN 9781578644506