Después de los atentados del 11S de 2001 en NY, la ciudad se sumió en el lógico shock y el miedo a la inseguridad, a la catástrofe, provocó también la huida del turismo.
Los efectos económicos sobre la industria de la aviación, del turismo, del comercio y de la ciudad en particular fueron demoledores.
La solución podría haber sido reducir los gastos, apagar las luces de las instalaciones públicas, cancelar las inversiones para aguantar el chaparrón y esperar que los vientos fueran favorables.
Pero estábamos hablando de NY y de un político valiente, Rudolph Giuliani, que supo responder de una manera valiente a la mayor de las crisis imaginables para un americano. Jamás hasta ese momento (a excepción de la teoría sobre los globos-bomba incendiarios que alcanzaron la costa oeste americana, lanzados por los japoneses durante la IIª Guerra Mundial) Estados Unidos había sufrido un ataque perpetrado por enemigo exterior alguno sobre su territorio continental.
La ciudad de Nueva York lanzó la campaña de comunicación más importante de su historia y lo hizo para reactivar su economía, para involucrar a la ciudadanía, para superar el miedo, para mostrar al mundo su forma de entender la vida, ...
En España estamos ahora mudos. Cuando la crisis no tenía la intensidad ni la virulencia actual, hicimos un tímido intento, desde el punto de vista de la comunicación, para intentar convencer a no sé quién que la crisis era imaginaria, que se arreglaba solo con desearlo. Como por arte de magia, ahora, en el cenit de esta situación, la web que soportaba la campaña www.estosololoarreglamosentretodos.org ha desaparecido.
Aún queda alguno de los spots para recordar que no fue un sueño.
¿Se ven las diferencias?
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