Como nos pasaba con El Almendro con la Navidad, en los últimos años no empieza el verano hasta que llega el anuncio de Estrella Damm.
Cada vez es más difícil sorprender pero hay que reconocer que además de incorporar una de las canciones que sin duda serán éxito en ese verano, el lugar en el que se rueda y que posteriormente se promociona, también es objeto de deseo.
En el año 2009 me pareció una gran brisa de aire fresco. Historia de jóvenes, de veranos inolvidables, de nuevas experiencias, vidas distintas, ... y Formentera de marco:
Menorca, San Juan, buena música y más sensaciones en 2010:
En el 2011, homenaje a un Bulli que no volverá nunca y todos los demás ingredientes repetidos:
Yo me quedo con la versión 2010 pero apelando solo a mis gustos personales. Por lo demás tengo que reconocer que Damm se ha creado un reto innecesario fruto de la expectación que ha levantado. Y solo por eso ya se merece el aplauso y mi respeto.
Al igual que las burbujas de Freixenet, la cervecera lleva cuatro años echando "más madera" incluso a costa de decepcionar a los que de vez en cuando nos dedicamos a destripar lo que vemos. Pero no hay que olvidar que cada año nacen nuevos consumidores para la marca, nuevos consumidores que sienten por primera vez esas sensaciones, que acceden a un sector de consumo muy competitivo como es la cerveza, que nunca antes han sido consumidores, ... que esta comunicación les llega mucho más al corazón que el patrocinio de una selección.
Estoy seguro que muchos jóvenes, cada verano, se les dibuja una sonrisa viendo la campaña y recordando su verano... anterior
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