martes, 13 de septiembre de 2011

Una pizza directa al corazón

Siempre he creído que la buena publicidad, además de contar historias, debe pellizcar el corazón. Hacerlo no es siempre fácil y en la mayoría de los casos podemos caer en la vulgaridad. Además solemos buscar este pellizco siempre por el lado nostálgico y no siempre es ese el camino. Simplemente "tener pasado" no es un mérito, aunque lo vintage esté de moda.

Una música que te trae recuerdos, que te provoca un subidón de moral, que te evoca vivencias personales,.. es una fórmula pero no la única.

Si además conseguimos que el tema sea de actualidad, es levadura para el pastel. Y hay cuestiones que siempre son actualidad para un amplio universo.

Hoy he visto por primera vez el spot de Casa Tarradellas y me ha pellizcado. Posiblemente no sirva para lo que los técnicos llaman el "total universo", que en román palino es que no es un spot que provoque sentimientos a todos los espectadores (entre 14 y 65 años, hombres y mujeres, sin segmentación por tipo de urbe, ingresos, ...) pero en un mundo en el que la segmentación es casi un dogma, el "ruido" publicitario (la cantidad de impactos que recibimos) es creciente y el recuerdo de éstos es cada vez menor, pellizcar es la clave.

Os contaré otros pellizcos, hoy toca el más reciente. Espero que la campaña cumpla su objetivo. El mercado está muy complicado, la guerra en la mente del consumidor tarda en ganarse pero cuando lo hace genera grandes beneficios... sobre todo económicos.

Para los curiosos, la música es original, compuesta para el spot.


Después de publicar el post, he encontrado alguna referencia a la campaña en otras webs. Las opiniones son variopintas pero las ha provocado la campaña. ¿Alguien duda de que ésto es ya un síntoma?
Reacción en las redes sociales a la campaña

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