sábado, 11 de junio de 2022

Fuga de Alcatraz #TalDíaComoHoy hace 60 años (11/6/1962)

 Alcatraz es quizá la prisión más reconocida por su dureza e invulnerabilidad.

#TalDíaComoHoy hace 60 años (11/6/1962) los hermanos Clarence y John Anglin, Frank Morris y Allen West protagonizaron la supuesta fuga más famosa del penal.

Ubicada en 'La Roca', una isla de 19 hectáreas a unos 2 kms de la costa fue antes base militar que como prisión de máxima seguridad.

Isla de Alcatraz (Foto @Yogui_Bear)


En toda la historia del penal (1934-1963) solo hay confirmación de una fuga: en diciembre de 1962. John Paul Scott se escapó por la ventana de un almacén y nadó hasta la costa. Fue apresado inconsciente y con hipotermia bajo el Golden Gate.

John Paul Scott (Foto Wikipedia)

Los otros 14 intentos de fuga en los que participaron 36 presos, acabaron apresados, ahogados o abatidos a tiros. A 5 se les dio por 'presuntamente ahogados'.

Los cuatro protagonistas de la famosa fuga, ubicados en celdas adyacentes, descubrieron que podían abrir los conductos de ventilación ubicados bajo el lavabo. Aprovecharon para 'trabajar' en el hueco de sus celdas la 'hora musical' diaria en la que los presos podían tocar instrumentos musicales para disimular el ruido que hacían.



Desde esa pared accedían a un pasillo de servicio entre dos filas de celdas por el que accedieron al tejado donde montaron un taller clandestino.

Durante sus salidas nocturnas colocaban en la cama cabezas elaboradas con papel y cemento en polvo decoradas con pintura y pelo natural robados de los talleres y la peluquería de la prisión. Con mantas y toallas simulaban sus cuerpos en la cama.
En el taller clandestino elaboraron una balsa con impermeables robados, sellados con el calor de las tuberías de calefacción. Un acordeón robado a uno de los 'músicos' internos sirvió para inflar el bote...

Una de las celdas de los fugados, Alcatraza (Foto @Yogui_Bear)

La noche de la fuga solo tres lograron salir de sus celdas. Escalaron un muro de 9 m, atravesaron un tejado y descendieron por una tubería hasta el suelo. Después saltaron una verja con alambres de púas y todo ello cargando con un bote hecho por ellos.

-Allen West no pudo subir por el hueco de su celda que había reducido en exceso para evitar que fuese descubierto. Los otros tres siguieron con el plan. Huyeron por el pasillo y los tejados y pusieron rumbo a la isla de Los Ángeles, 3 kms al norte, en su improvisada balsa.

La fuga no se descubrió hasta la mañana siguiente.

Durante 10 días se les buscó con medios aéreos, terrestres y marinos.
El 14 de junio se encontró un remo cerca de la isla de Los Ángeles, una cartera envuelta en plástico con fotos de familia de Anglin. Días después, jirones de impermeables, un salvavidas casero... pero nunca restos humanos o pruebas de vida.
El 31 de diciembre de 1971 el FBI cerró el caso. Su conclusión oficial: lo más probable es que los fugados murieran en las frías aguas.
En octubre de 2015 la familia Anglin mostró unas tarjetas de Navidad supuestamente enviadas a la madre de los hermanos Anglin los tres años siguientes a la fuga. Se comprobó que la letra encajaba pero no se pudo datar la fecha. También se mostró una foto supuestamente de los hermanos en una granja de Brasil en 1975.


El éxito de la escapada se contempló durante años por los ramos de flores que la madre de los hermanos Anglin recibía puntualmente por su cumpleaños. Cuando falleció la madre de los Anglin, en 1973,  el FBI montó un dispositivo de seguridad durante el funeral por si los fugados decidían aparecer. Se especula que pudieron incluso asistir al funeral a pesar del dispositivo disfrazados de mujeres.

En 2013 el caso tomó un nuevo rumbo. La comisaría de policía de Richmond (California) recibió una carta escrita, presuntamente, por John Anglin:

«Mi nombre es John Anglin. Escapé de Alcatraz en junio de 1962 con mi hermano Clarence y Frank Morris. Tengo 83 años y estoy en mala forma. Tengo cáncer. Sí, aquella noche lo conseguimos, pero por los pelos»



Anglin sostiene que, desde su fuga, vivió muchos años en Seattle. Después, habría residido durante ocho años en Dakota del Norte para recaer en el sur de Californía, cerca de Alcatraz.

Cuenta que su compinche Frank Morris falleció en 2008 y que su cuerpo se encuentra “enterrado con otro nombre en Alexandria”, sin aclarar a cuál de las cinco ciudades en EEUU con esta denominación se refiere. También indica que tres años después, en 2011, su hermano Clarence falleció, sin especificar el motivo o el paradero de su cuerpo.


Todavía hoy es un misterio el éxito o fracaso de la fuga y qué fue de sus protagonistas.

Souvenir a la venta en la tienda de la prisión (Foto @Yogui_Bear)


 

viernes, 10 de junio de 2022

"Memorias. Ulysses S. Grant"

 

Portada "Memorias. Ulysses S. Grant"


El 18 Presidente de los Estados Unidos destacó con servidor público primeramente durante la guerra contra México (1846-1848), un conflicto en el que participó en su condición de militar pero con el que nunca estuvo de acuerdo y donde compartió armas con algunos de los futuros generales a los que se enfrentaría, y vencería, en la guerra de Secesión. Entre ambas etapas como militar hubo un paréntesis en el que el alcoholismo tuvo un papel destacado.

Posteriormente su labor como político en la que destacó la defensa de los derechos de los afroamericanos y la amnistía concedida a los líderes de la Confederación le proporcionaron un lugar destacado en la historia norteamericana, a pesar de las sombras de corrupción que empañaron su administración.

Su brillante carrera pública contrastó con un ámbito privado en el que negocios y engaños le llevaron a la bancarrota. Fue precisamente esta circunstancia la que le llevó a escribir sus memorias. El adelanto económico que le facilitó la editorial de Mark Twain fue su tabla de salvación.

Estructurada inicialmente en dos volúmenes, fue un éxito editorial aunque inacabada por su parte ya que falleció poco después de acabar el período que abarcó hasta el final de la guerra de Secesión. 

'Memorias. Ulysses S. Grant'
1ª Parte. La guerra de México (1846-1848)
Ulysses S. Grant
HRM Ediciones
208 páginas
ISBN 9788494864773